Lo que dicen
de Pa(po)ula
Un día, el destino me empujó a entrar en una floristería que había abierto justo en frente de mi casa y, así sin más, ese día cambió mi vida. Ya siempre estaría acompañada de una persona, mujer, profesional y amiga especial, única, generosa y sobre todo valiente que llenó con su floristería el pueblo de color, vida, flores, naturaleza … ¡una maravilla!
Va a hacer casi un año de esto y nuestra conexión es mágica por lo que cuando me pidió que hiciese una descripción de su floristería para su página web, como clienta, me sentí muy alagada.
Nuestra máxima es “aportar algo al mundo”.
Hace casi un año, Paula, o Pauliña como le digo yo con cariño, se echó la manta a la cabeza y un poco “a ciegas” pero eso sí, como mucha “VALENTÍA”, sobre todo por lo joven que es, decidió “abrir las puertas de Papoula” y trabajar para “aportar algo nuevo” y llegar a los clientes con creaciones nuevas en un pueblo pequeño donde todo cambio se acoge con tiempo y perseverancia.
Su floristería destaca sobre los negocios que la rodean, sean o no de su sector. Huele a flores frescas y está lleno de color, morado, mucho morado, lleno de vida, flores y de plantas. Cuando entras te encuentras con un espacio floral de estilo rústico y silvestre. No es una floristería al uso, te puedes encontrar plantas que no conocías y que otras floristerías no se atreverían a vender, y con las mejores y distintas flores, por eso, es una valiente porque apuesta por lo nuevo y diferente: crea diferentes composiciones con flores naturales y silvestres: decoración, plantas, diseño de espacios, complementos florales. Múltiples diseños para ti o sorprender a alguien especial.
Papoula es sinónimo de reinventarse
Al final todo está cambiando y las floristerías tienen que reinventarse. Por eso, su proyecto de reinvención, un proyecto lleno de ilusión y amor a partir de una nueva visión del rol que “las flores” tienen en la vida de las personas. Su estilo es más silvestre, con mezcla de colores, le encanta crear. Se adapta a todos los gustos, a lo que le pide la gente. Lo que más le gusta a Paula, y una de las tendencias, es hacer un ramo que no parece un ramo, bastante silvestre y que tiene mucho verde y donde hay flor abierta y otra por abrir, que cuando lo llevas para tu casa se transforma. También le gusta que la gente se atreva a llevar flores sueltas, sin necesidad de hacer algo grande. También le encanta trabajar la flor preservada. Está muy de moda, le encanta hacer estructuras con ellas como sus increíbles letras, nunca había visto algo tan bonito y original.
Nuestra forma de trabajar.
Es su “forma de trabajar” la que avala lo que es, es el trato al cliente de tú a tú y no venderle algo que no necesita, sino saber por qué o para qué necesitas una flor o una planta, porque te ayudará a decirte qué “transmite”. Es una amante de su trabajo que disfruta de cada cosa que hace y que no ve la venta de flores como una empresaria, puesto que, aunque a veces pierda más que gane se siente satisfecha con el amor que lo hace y el que recibe. Y eso la hace única, y la diferencia de la “competencia”. Su profesión es su disfrute, su forma de vida, de ser, de sentir… lo cual intenta transmitir a todos sus clientes a través de sus diseños florales, el cuidado de las plantas y los talleres que imparte a niños y adultos.